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La importancia del diseño en las etiquetas de vino y el aceite de oliva

 

 

Si hablamos de productos típicamente españoles, sin lugar a dudas, a todos se nos viene a la mente el vino y el aceite de oliva. Por un lado, estas exquisiteces gozan de una gran demanda a nivel interno, pero también en términos internacionales. Sin embargo, la competencia es feroz debido a la gran variedad de empresas que se dedican a su producción, distribución y venta. ¿Cómo conseguir entonces la tan ansiada diferenciación? Los estudios de diseño tienen la respuesta. Y es que la correcta y eficaz elaboración de las etiquetas por parte de un estudio de diseño gráfico es vital.

 

El vino y el aceite de oliva, pioneros en el diseño de etiquetas

 

 

Los expertos en catar vino y aceite de oliva tienen muy fácil diferenciar un producto de otro y elegir en consecuencia. Sin embargo, para la mayoría de los mortales, esto no es tan sencillo, por lo que necesitamos de otros instrumentos para poder tomar la decisión de compra. Evidentemente, los principales actores de ambas industrias saben que esto sucede y, por ello, actúan en consecuencia. La forma no es otra que recurriendo a, por ejemplo, un estudio diseño gráfico Madrid como Mola.

Tradicionalmente, ambos sectores se han encontrado con el problema de no ser capaces de que sus marcas calen entre el público. De hecho, la mayoría de ellos ha sabido siempre diferenciar un Rioja de un Ribera del Duero, pero nada más allá de eso. De forma generalizada, el precio era el otro factor que influía en la decisión de compra. Sin embargo, gracias al diseño de etiquetas, las bodegas tienen un arma adicional con el que causar impacto a los potenciales consumidores e incrementar sus posibilidades de venta.

 

Un terreno lleno de posibilidades

 

 

Tanto las botellas de vino como las de aceite de oliva tienen normas muy estrictas respecto a su etiquetado. En cualquier caso, los estudios de diseño saben perfectamente que, a pesar de estas restricciones, hay un universo de posibilidades oculto. Por ello, suelen establecer diversas estrategias en función de las características y la idiosincrasia propia de la marca. Por ejemplo, en determinadas ocasiones puede ser mejor tratar de destacar por el carácter artesanal del producto, mientras que otras es más conveniente resaltar la tradición familiar o la modernidad de los procesos de elaboración.

Alusiones a los terrenos en los que se recogen las uvas o las aceitunas, los colores cálidos y que evocan la naturaleza y los textos realizados a mano son también herramientas muy útiles para un estudio de diseño gráfico a la hora de transmitir exclusividad, autenticidad y originalidad, valores que, por lo general, son los que más interesan a las marcas. Todo ello, por supuesto, con ingredientes capaces de penetrar en la mente del consumidor para inclinar la balanza en favor del producto. Por lo tanto, la labor de un estudio diseño gráfico Madrid respecto a la confección de etiquetas para botellas de vino o de aceite de oliva se antoja vital en un mercado tan saturado y con tanta oferta y demanda.